En su extenso pedido de prisión preventiva para los siete detenidos por el crimen de Cecilia Strzyzowski, el Equipo Fiscal Especial (EFE) encargado de investigar el femicidio no dudó en calificar una de las pruebas que lograron obtener como la “más cruda”. No son ni los restos óseos encontrados, ni los objetos de la joven que hallaron en los allanamientos o el presunto plan macabro del clan para matarla. Se trata del historial de búsquedas en Internet que César Sena, el principal acusado, hizo después del 2 junio, la fecha en la que presuntamente asesinaron a la joven.
Según se desprende del texto de los fiscales, lo que Sena hijo buscó es revelador y le sirvió como indicio a los fiscales para pedir la prisión preventiva de los imputados. “Así reaccionaron estos criminales al escuchar su sentencia”, fue una de las inquietantes búsquedas que realizó el joven de 19 años. Fue domingo 4 de junio a las 15:12. Más de siete horas después, el hijo de Emerenciano Sena y Marcela Acuña ahondó más en temas poco comunes y preguntó: “¿Puede un revólver usar silenciador?”.
Pasada la medianoche, ya el 5 de junio, Sena se introdujo en temas más escabrosos y fue directamente a interiorizarse sobre “muertes violentas” y la “mente de un asesino”. De acuerdo con lo que pudieron establecer los investigadores en base al Informe Técnico de la División Cibercrimen de la Policía de Cacho, el menor de los integrantes del clan indagó sobre “qué pasa con el alma del ser querido que muere de forma violenta”. No fue lo único.
Al parecer, César quería saber qué tenía para decir Google sobre el remordimiento de un criminal y qué le pasaría a la víctima de un asesino. “Muertes violentas que pasa con el alma”, “almas de personas asesinadas”, “mente de un asesino”, “un asesino siente remordimiento”…, fueron las otras búsquedas del imputado.
El 1º de junio, un día antes de la desaparición de Cecilia, Sena hizo una búsqueda que le llamó la atención a los fiscales, ya que la incorporaron en el expediente. El 1 de junio, a las 18:43, escribió: “Cómo luxar un brazo/travesuras del felino y el bolillo”.
En contraposición, los expertos de la Policía chaqueña también revelaron las búsquedas de Cecilia antes de su desaparición. La joven de 28 años estaba convencida de que iba a viajar a Ushuaia, con una parada previa en Buenos Aires, y sus consultas en internet estaban inocentemente relacionadas con el tema. Nunca imaginó que -según la acusación- ese viaje era parte del plan para matarla.
La hipótesis principal que manejan los investigadores, tal como lo dejó expuesto el fiscal Jorge Cáceres Olivera, es que hubo una premeditación de sacar a Cecilia de su contexto familiar, con la promesa de un viaje con salida laboral y con radicación en la ciudad de Ushuaia, inclusive con una vivienda. En ese sentido, dijo que se trató de un supuestos viaje del que no existían pasajes, que no existía un trabajo fijado y que tampoco tenían un domicilio, tal como se lo prometieron.
“Cecilia era un obstáculo para los planes familiares futuros de los Sena. (…) Se casaron a escondidas, a los pocos días se divorciaron. Vivían en la casa de la abuela de Cecilia, porque no tenían ayuda de la familia de César para vivir en otro lugar. Nótese también que el trabajo prometido era dentro de la Administración Pública, teniendo en cuenta los contactos políticos de Emerenciano y su movimiento social”, indicaron los fiscales.