Emilio Falbo, abogado de 56 años, fue anoche el primer eliminado de Masterchef, luego de que su plato de pasta rellena no convenciera al jurado. El participante optó por preparar unos sorrentinos de seso con cebolla caramelizada para homenajear a su abuela Quiquita, que se los cocinaba de pequeño. Sin embargo, la complejidad del plato hizo que el tiempo le juegue en contra y eso le fue señalado por el jurado.
Emilio reveló que llevó el seso inconscientemente a su estación de trabajo. Mencionó que se animó a hacer esos sorrentinos inspirado por Donato de Santis, quien se convirtió en el gran animador de la noche. “Mi abuela cocinaba muy mal, pero le ponía un amor bárbaro a lo que hacía», se sinceró, sin saber cuál iba a ser su destino minutos después.
Betular fue lapidario con el participante: “Los bordes están blancos. Y el poco relleno, mezclado con la cebolla caramelizada, no lo potencia, lo apaga. Fuiste osado, y cuando uno es osado, a veces sale bien o sale mal. A mí plato no me convence”, le dijo.
De esta manera, Emilio terminó compareciendo ante el jurado en la instancia final junto al bañero Juan Francisco Moro y a la diseñadora Micaela Bosio, y fue el propio Donato el encargado de anunciar su eliminación.
«A mis compañeros quiero desearles suerte y que puedan aprender mucho. Voy a seguir cocinando porque es lo que me gusta y es mi pasión en esta última etapa de mi vida. Disfruto mucho y la alegría de comer no me la quita nadie. Siento mucha tristeza pero también alegría de haber estado en este lugar. Me voy muy contento de MasterChef», dijo Emilio antes de salir por la puerta del estudio aplaudido por sus ex compañeros.
El resto de los platos
“Hemos decidido presentarles un desafío particular. Algo que todos los argentinos amamos, y me incluyo, aparte del asado y es perfecto para un día domingo: la pasta”, anunció el chef italiano. Y Martitegui agregó que tendrían solo 3 minutos para ir al mercado y 60 para cocinar “el mejor plato de pasta rellena de su vida”, incluyendo la masa, el relleno y la salsa. “Alguien que se jacte de ser un buen cocinero tiene que saber hacer una pasta rellena”, concluyó luego Betular. Y todos pusieron manos a la obra.
Cuando comenzó la cuenta regresiva, todos estaban al límite. Entonces llegó el momento de la verdad y cada uno de los participantes tuvo que enfrentar a los chefs.
Agustín presentó un plato de raviolones rellenos de ricota, queso reggianito y panceta con salsa de tomates y hongos al que denominó The last chance. “Me choca”, dijo Martitegui rechazando la preparación.
Juan Francisco hizo unos triángulos rellenos de pollo, hongos y panceta con salsa 4 quesos. Y la devolución del jurado no fue buena. “El efecto fue el de una lasagna, porque está todo compactado”, le adelantó Betular. Y lo comparó con un “algodón”. A su turno, Daniela llevó su mante relleno de carne, con salsa de yogur. “Es una pasta típica armenia”, le dijo Donato, emocionado, en señal de aprobación, mientras que sus compañeros en el jurado también avalaron la propuesta de la escribana.
Delfina presentó unos sorrentinos de jamón y queso con salsa verde, a los que llamó Verde que te quiero verde. “Para mí está crudo”, fue el comentario de Martitegui.
Micaela hizo sorrentinos Dame fuego, una pasta rellena con hongos, cebollas y aceitunas. “Es un plato muy interesante, le pusiste muchas ganas. Pero muchas ganas de irte”, dijo De Santis. Juan Ignacio, en tanto, pasó al frente con unos kreplaj rellenos de calabaza y provolone en manteca de hierbas. “El plato se ve muy bien, el sabor de la salsa está muy bien pero la pasta tiene un grosor para un pastelito de membrillo”, le señaló Germán.
Finalmente, Estefanía hizo sorrentinos de jamón y queso con salsa de tomates asados. “El plato es chico”, dijo Betular marcando los detalles.
(Fuentes: Infobae y Ciudad Magazine)