Quienes tienen un contrato de alquiler en marcha firmado con la nueva ley y llevan 12 meses pagando lo mismo, deberán prepararse para afrontar un aumento impactante en los próximos días.
Desde abril de 2023, esos inquilinos tendrán que abonar por su vivienda casi un 93% más de lo que desembolsaron en marzo. Semejante salto, ya confirmado, obedece a que según la norma el monto mensual del alquiler debe actualizarse cada año reflejando en buena parte la evolución del índice de inflación.
Y ese indicador acaba de dispararse hasta niveles nunca vistos en los últimos 32 años.
Para muchas familias el ajuste anual de abril será el primero de su contrato. Para otras será el segundo y último, en caso de que hayan iniciado su alquiler en el cuarto mes del 2021.
La controvertida ley nacional 27.551 definió que los contratos deben durar al menos tres años. Y estableció que, durante ese período, sobre el precio mensual «sólo pueden realizarse ajustes anuales» con una fórmula determinada.
La norma detalla que los ajustes deben realizarse «utilizando un índice conformado por partes iguales por las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE)».
Es decir, que los aumentos deberían quedar en un punto medio entre lo que hayan avanzado en el último año la inflación general y los salarios de los trabajadores registrados en relación de dependencia.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) es la entidad que elabora y publica ese índice, llamado Índice para Contratos de Locación (ICL). El valor actual del ICL y todos los anteriores, día por día, se pueden consultar en la web del BCRA (www.bcra.gob.ar).
De allí surge, por ejemplo, que en julio de 2020 el ICL había arrancado en 1,0; que en abril de 2022 (hace casi un año) ya era de 1,89; y que abril de 2023 lo iniciará en 3,64. Es decir, que en sólo 2 años y 6 meses acumuló un avance del 264%.
Aplicando el índice, desde abril muchos contratos tendrán aumentos cercanos al 93%.