Ayer por la tarde, Alberto Fernández debió ser internado de manera transitoria por un fuerte dolor en la zona lumbar. Tras salir del sanatorio porteño, se le recomendó suspender sus actividades y realizar un tratamiento ambulatorio.
“Este viernes me infiltran y se acaba el problema”, avisó el jefe de Estado tras su salida de la Clínica Otamendi donde se le realizaron análisis y estudios para determinar cómo combatir la segunda afección que padece el mandatario en los últimos cuatro meses.
El último parte de la Unidad Médica Presidencial había estimado que el “bloqueo radicular” por la hernia de disco que se le detectó se realizaría dentro de 48 y 72 horas. Hasta que esto ocurra, el Presidente continuará con sus actividades desde la Quinta de Olivos.
En declaraciones a TN y Clarín, Alberto Fernández calificó a su nuevo problema de salud como “nada grave aunque doloroso”. Afirmó que en términos generales “estoy bien” y calificó la afección como “nada importante”.
Además, contó que luego del tratamiento de emergencia realizado ayer estaba con menos dolor y reveló que, debido a la gastritis que le afecta desde hace meses, no le dieron ninguna medicación específica, salvo analgésicos.
Las actividades en Olivos
Desde esta mañana, el Presidente realiza sus actividades habituales desde la Quinta de Olivos. Aunque para hacerlo, debió suspender parte de su agenda con actividades públicas y viajes.
Por este motivo, Alberto Fernández no viajará al Chaco, donde tenía previsto participar de la inauguración de obras de la autovía de la Ruta Nacional 11 y encabezar un acto en una universidad.