El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, llegó hoy a Rosario para presentar a 300 nuevos agentes de la Gendarmería Nacional, que actuarán allí y reforzarán el Comando Unificado. El gobierno nacional elevará así el número de efectivos hasta 1400 para intentar contener el avance narco.
“Hay que hacer un trabajo muy profundo. Nada de lo que hay que hacer es simple. Es imperioso que lleguemos hasta el hueso. Vamos a invertir lo que sea necesario, no nos vamos a quedar quietos”, dijo el funcionario nacional, escoltado por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
En ese mismo sentido, aseguró: “No pueden amenazar al pueblo. No se puede vivir con el corazón en la boca. La estructura narco fue ganando espacio”, dijo Fernández tras presentar y saludar a las fuerzas. Además, rechazó que haya subestimado el avance del narcotráfico en la ciudad.
La decisión de la Casa Rosada se concreta a casi una semana del ataque al supermercado de la familia política de Lionel Messi, lo cual puso a Rosario en la plana nacional e internacional por su violencia fuera de control.
Entre que eso sucedió y llegó la respuesta del Ejecutivo nacional, algo que pedían con insistencia la gobernación de Santa Fe y la intendencia de Rosario, asesinaron a Maximiliano Gerez, un nene de 12 años.
Fue baleado en un enfrentamiento entre delincuentes en la puerta de un búnker, en un ataque en el que además fueron heridos otros tres chiquitos que lo acompañaban y hoy se recuperan favorablemente.
Aníbal Fernández participó de un acto en la zona del Bosque de los Constituyentes, en un sector de Rosario lindero al barrio Nuevo Alberdi y a la Avenida Circunvalación donde hay una base de las fuerzas.