Las empresas decidieron restringir e, incluso, cortar el abastecimiento de productos a los comercios ante la incertidumbre del impacto inflacionario de la devaluación inesperada del Banco Central y la reacción alcista de todo el mercado cambiario. Las reuniones que estaban planteadas para esta semana para renegociar el programa antiinflacionario Precios Justos comenzaron a ser postergadas o aplazadas debido a la dinámica de costos que las fábricas vieron incrementarse luego de la inesperada victoria del libertario Javier Milei en las elecciones primarias.
Fuentes empresarias confirmaron que sus equipos financieros “están estudiando las medidas”, debido a la incertidumbre de los alcances. “No sabés si esto que picó ahora termina acá, sigue o hasta dónde puede llegar. Lo que implica la seguridad que por el lapso de tres o cuatro días no se va a vender nada, ni se van a dar precios hasta que se acomode el escenario”, aseguró el dueño de una empresa que reporta en la Unión Industrial Argentina (UIA).
Otro mandamás de una empresa alimenticia admitió a este medio que la victoria de Milei “desató una incertidumbre tal, que disparó la expectativa de inflación en niveles inimaginables”, y culpó, en parte, a la “devaluación sin ningún programa de respaldo”. “Va a ser muy complicado. En el medio, la tasa de interés también sube, lo que genera una lógica de remarcación de los productos imparable, porque si tiene los productos y necesita venderlos, lo hará con una cobertura muy alta”, se sinceró.
En una de los locales porteños de una importante cadena de supermercados, por ejemplo, esta mañana retiraron de los exhibidores todos los televisores. “Está todo tremendamente complicado. Como dije otras veces, la incertidumbre es peor que lo malo, y esa incertidumbre genera que muchos comercios estén paralizados. Los proveedores avisan que no tienen listas de precios, no se está vendiendo y aquellos que venden marcan por las dudas. Es un escenario muy complejo que estimo va a durar como mínimo 60 días, hasta que esto se aclare en octubre”, afirmó a este medio el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman.
Según las primeras estimaciones de algunos economistas consultados, esta devaluación implicará niveles de inflación de dos dígitos en agosto y septiembre, por lo que el escenario en materia económica de cara a octubre se prevé difícil. “Vamos a tener más inflación, sobre todo en agosto y en septiembre.
“Si se venía recalentando hasta ahora y proyectábamos 8% para este mes, es posible que ya esté en dos dígitos. Y también va a impactar en septiembre, ya que este salto se produce a mitad de mes”, enfatizó el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra. Según él, serán dos meses con una inflación de 10% mensual.
“Tenemos que esperar una inflación de dos dígitos en agosto y septiembre. El Banco Central acaba de subir la tasa a razón del 9% mensual. Parece poco para la proximidad (de acá a octubre), por lo que en este contexto, creo que el impacto es transversal a todos los productos. Antes, cuando se te movía el dólar paralelo, se trasladaba a precios. Ahora movés el dólar oficial, se te mueve el paralelo también. Se corrió la nominalidad a otro lado”, consideró Matías De Luca, economista de LCG.
Consultado sobre los motivos de esta decisión, De Luca recordó que “el BCRA tiene casi U$S 10.000 millones de reservas netas negativas, el candidato más votado propone dolarización; en el segundo espacio, ganó el ala más dura que propone unificar los tipos de cambio cuanto antes. Todo eso da una expectativa de un dólar más caro y la gente se anticipa”. “Con el faltante de dólares actual y la volatilidad que estos resultados están generando, el Gobierno no puede sostener la situación, no tiene capital económico ni político para hacerlo”, analizó el economista.















