Un grupo de representantes del grupo de padres autoconvocados de diferentes escuelas de la ciudad se hicieron presentes hoy en la sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante para realizar un fuerte reclamo por lo días de clases perdidos en lo que va del año.
María Virginia Iraldi, una de madre presentes en el recinto hizo uso de la banca 25 y enumeró los problemas que afrontan sus hijos y también realizó una serie de pedidos a los ediles para generar un mayor compromiso con la educación.
«En lo que va de este año se han perdido entre el 25 y el 30% de los días de clases, por diferentes motivos: paros docentes, paros de auxiliares, problemas de infraestructura, ratas y un largo etcétera. En la vida de un niño, desde el ingreso al jardín de infantes hasta el egreso en el sexto año de secundaria y teniendo en cuenta que el piso establecido es de 180 días hábiles por ciclo lectivo. Si se calcula que se pierde un 30%, tenemos 675 días sin clases, que se traducen en 3,75 años de enseñanza perdidos. Eso no se recupera y genera una brecha cada vez más amplia entre los chicos que asisten a la escuela pública de aquellos cuyos padres pueden afrontar una cuota de una institución privada», dijo Iraldi.
«Leer y escribir no es una cosa más que se aprende en la escuela. Es la herramienta definitiva y es lo que articula cualquier toma de derecho. El que no sabe leer o no entiende lo que lee, no puede estudiar ni aprender. El lenguaje es el instrumento para el aprendizaje y si la escuela bien esta función es porque ya no sirve para nada», expresó.
Según el relato de Iraldi, «cuando se pierden días de clases, se pierden oportunidades de aprender y de enriquecer a los niños. Además, aseguró que el problema es que el docente está obligado a que ese alumno pasé de año más allá de no tener los contenidos básicos. «Será una lotería si llega a terminar sus estudios. Y si lo hace, llegará a un estudio superior, sin las herramientas básicas para poder encararlo y a futuro poder concretar lo que quiera lograr en su vida», mencionó
El reclamo de los padres le apuntó directamente al Estado «como garante de la educación» y también a los concejales.
«Son ustedes los que deben velar desde sus cargos como funcionarios públicos por el bienestar de la sociedad. En este caso por los derechos de todos los niños a tener educación digna e igualdad de oportunidades», expresó.
«No se puede jugar con el futuro de nuestros hijos, escudándose en que eso le corresponde a unos u a otros. Todos deben velar por los derechos de nuestra sociedad», agregó.
Luego enumeró una serie de pedidos para los ediles:
- «Que frente a próximas convocatorias de medidas de fuerza, autorice a los Concejos Escolares a coordinar acciones temporales con los municipios y organizaciones de la sociedad civil para mantener tareas de limpieza y mantenimiento en los colegios afectados por medidas gremiales».
- «Solicitar la decentralización de los Concejos Escolares para que, desde su posición de conocimiento de la situación de cada establecimiento educativo, puedan valorar la urgencia en la utilización del dinero proveniente de fondos de educación de la Nación o de Provincia, rindiendo cuentas sobre su uso en cada caso».
- «Impulsar desde el ámbito el dictado o aprobación de una ley a nivel provincial para que la educación sea declarada como esencial en la provincia de Buenos Aires y que los problemas generados en todo nivel, que afecten al derecho de enseñar y aprender, no sea vulnerado por cuestiones económicas o de intereses políticos del momento».