Una empleada del área de carnets de conducir, Sofía Moreno, sufrió violencia de género verbal por parte de una mujer por ser integrante de la comunidad LGBTIQ+.
Según explicó Mauro Plaide, subdirector de la Agencia de Seguridad Vial del Municipio, en Posturas por Radio 10, el hecho sucedió el viernes en horas de la mañana. «Una persona que tenía turno previo, se acercó a la puerta y un compañero les avisa que no había sistema y se les dio la chance de esperar o de volver otro día. Mientras se le explicaba, comenzó con las agresiones».
El lunes, la mujer acusada de agredir a la empleada municipal volvió a las oficinas. «La llama Sofía que es la misma persona que la había entendido el viernes. Ahí devuelta a los gritos, se manifestaba en contra de ella, que no era hija de Dios, que la religión no se lo permitía. No tiene razón de ser todo lo que dijo esta persona. Después se fue por voluntad propia, diciendo que iba a volver con abogados», comentó Plaide. Y agregó: «Sofia hizo la denuncia en la comisaría de la mujer e hicimos la denuncia en el INADI».
Sofía, la empleda municipal y miembro de la comunidad LGBTIQ+ contó que entró a trabajar a la Oficina de Tránsito a raíz del cupo laboral trans. «Lo que a esta mujer le ocurre es que tiene un gran odio hacia la comunidad».
«El lunes cuando ella se presentó, yo ya no me acordaba de su cara y cuando presiono el turnero aparece ella. Ahí comenzó a decir todo de que ella no quería mirarme a los ojos, que era un engendro. Esas personas siempre meten a a Dios en el medio, pero no tiene que ver con Dios, son problemas de ellos», añadió Sofía.
La empleada municipal manifestó que la segunda vez que la mujer se acercó a las oficinas ubicadas en el Shopping Paseo del Sol, sintió mucha impotencia y mucho dolor por la incomodidad que tuvieron que pasar sus compañeros y sus jefes con la agresión. «Me han llamado señor en la oficina. Pero a mí me da igual, los brutos son ellos, son ignorantes. Ellos se piensan que yo quiero ser mujer, yo quiero ser trans».
«Poder estar representando a las mujeres trans es un doble peso en mis espaldas, porque ahora se pueden abrir puertas para otras compañeras», dijo sobre la posibilidad de trabajar en la Municipalidad. Y cerró: «Me costó mucho, pero me gusta. Sin cupo no se puede conseguir, es una vergüenza que tenga que haber una ley para que nos consideren».