Estamos en verano y las altas temperaturas durante este mes serán extremas, no se puede andar por la calle, pero quienes más sufren el calor son los animales que pueden tener un golpe de calor, principalmente los perros, los gatos también pero no tanto.
Ante esto Bahia24 dialogó con Roberto «Obe» Giménez, médico veterinario, quien explicó que el golpe de calor «es un desequilibrio en la regulacion térmica de los animales, del perro princialmente, que es quien más lo sufre, los gatos tambien lo pueden sufrir pero no es tan común».
Los perros tienen un mecanismo de defensa que la única forma para disipar el calor es a través de la respiración y del jadeo aumentando el ritmo cardiorespiratorio, así regulan su temperatura, «pero en el momento en que este sistema se satura, es decir, que no puede jadear más de una determinada cantidad de veces por minuto es donde empieza a alterarse la regulación de la temperatura interna del animal» indicó.
Esto, según el veterinario, deriva en una serie de trastornos, principalmente a nivel del sistema nervioso central porque es donde se produce un desequilibrio hemodinámico de la circulación sanguínea o inflamación, «que es de donde viene el colapso o el shock, que puede ser tan importante, ya que se puede llevar la vida del animal».
Desde su explicación la persona puede darse cuenta que el perro tiene un golpe de calor, primero por la temperatura ambiente, «si nosotros soportamos una temperatura alta no significa que los animales puedan hacerlo, el humano es mucho más eficiente en disipar la temperatura» comentó y agregó que en un día caluroso «el animal empieza a jadear, a salivar, la lengua se le hace muy grande, empieza a estar más lento y no responde a los estímulos. También puede tener diarrea, orinarse encima, desmayarse y convulsionar, perdiendo la vida en cuestiones de minutos, el ataque cardíaco no es tan común, si no que es un problema hemodinámico general con una inflamación del sistema nervioso central».
Si el perro está sufriendo un golpe de calor lo que hay que hacer es refrescarlo con agua fría, ponerlo a la sombra, evitar el ejercicio y consultar al veterinario, en tanto si hay un shock probablemente haya que hacer hidratación con antiinflamatorios para disminuir el edema cerebral y evitar que el daño sea mucho mayor. Es importante darle agua fresca y cambiarla dos o tres veces por día.
Fundamentalmente «la herramientea es la prevención procurando ambientes frescos, elevados del piso que puede ser sombra en un patio sobre un palet, hay que dejarlos hacer pozos porque muchas veces lo hacen para refrescarse, hay que bañarlos cada 10 o 15 dias pero se los puede refrescar con agua de una manguera» afirmó el médico.
Otro punto a destacar es que no hay que pelarlos, «esto es controversial porque muchas veces el pelo le permite aislarse y regular la temperatura, si los pelamos su pelo generalmente no vuelve a crecer».
Por último señaló que hay que reducir la ingesta de alimentos, «tienen que comer menos, no darles sobras, después de comer no sacarlos a jugar o caminar porque los afecta, hay que dejarlos hacer la digestión» cerró Gimenez.