El club San Martín de Tucumán pidió “esclarecer” el asesinato de Manuel Alejandro López, hincha que fue ejecutado en la tarde del lunes de un tiro en la nuca, en las inmediaciones del estadio La Ciudadela, en la previa del partido con Belgrano (1-0), por la 33ra. Fecha del torneo de la Primera Nacional.
A través de un comunicado, la Comisión Directiva del «Santo» repudió “enérgicamente los hechos de violencia” y solicitó a la Justicia el esclarecimiento del crimen, ocurrido en la intersección de las calles Silva Frías y Bolívar, a 150 metros del acceso principal de la cancha.
La institución que preside Rubén Moisello planteó que “este tipo de conductas violentas, que exceden lo deportivo y que opacan cualquier evento, deben erradicarse definitivamente de la sociedad».
«El club lamenta profundamente el fallecimiento del hincha, y pide a las autoridades competentes de los distintos organismos de seguridad, esclarecer los hechos», cerró el texto.
La investigación
En otro orden, en lo referente estrictamente a la investigación del episodio, el fiscal Carlos Sale, quien lleva adelante las acciones, apuntó que “hay varios testigos que apuntan contra un hombre que sería integrante del clan Los Roldán y que ya exhibió otros inconvenientes con el tema de las hinchadas”.
Según los primeros análisis efectuados, el ataque se produjo en el marco de una “pelea entre barras, a partir de lo que plantean los testigos”, dijo el funcionario judicial.
“Algunos testigos dicen que fueron 60 contra 20 que se estaban peleando. Estos 60 pertenecerían a la ‘Banda del Camión’ estaban persiguiendo a los otros 20, entre los cuales estaba Manuel Alejandro López, el fallecido”, sostuvo.
Santos López, padre del hincha muerto, de 36 años, defendió a su hijo, en relación a la hipótesis de que pertenecía a la barra brava del «Ciruja». Además acusó a la Policía local de plantar pruebas.
“Me llegan noticias de que a mi hijo lo están embarrando, hablan de un frondoso prontuario, de dinero y de drogas. Estamos en la nebulosa, están manchando a mi hijo malamente”, manifestó en una entrevista con Telefé Tucumán.
Santos aseguró que Manuel, conocido como «Berenjena», era carpintero y trabajaba con la familia toda su vida.
“La mayoría de sus amigos los conozco, porque son vecinos. El horario de trabajo que tenemos no le permitía hacer otras cosas, el tiempo no nos alcanza. Trabajamos desde las 8 de la mañana hasta las 21 muchas veces”, defendió.