Ciudades de toda Francia fueron escenario este jueves de concentraciones, paros del transporte, de escuelas y otros servicios públicos, en el marco de una jornada de protesta contra una impopular reforma jubilatoria y los retrasos salariales ante la inflación.
Los sindicatos Confédération Général du Travail (CGT), la Fédération Syndicale Unitaire (FSU) y Solidaires convocaron a la medida de fuerza con la advertencia al Gobierno de que la gente «no quiere trabajar más tiempo», en palabras del líder de la CGT Philippe Martinez, que aludió así a la reforma que el Gobierno del presidente Emmanuel Macron aplazó varias semanas en busca de un acuerdo.
Según los organizadores, unas 40.000 personas participaron en una marcha en París, aunque las protestas también alcanzaron otros puntos como Marsella, Nantes, entre otras 200 ciudades, informó la agencia de noticias AFP.
La masiva movilización exige asimismo aumentos salariales para combatir la inflación sin precedentes que se registró en agosto (5.9% interanual), así como fijar la edad de jubilación en 60 años y no en 62 como rige la ley actualmente, ni mucho menos en 65 como ya anunció Macron en su plan de campaña antes de las elecciones de abril.
Los trabajadores de la empresa pública de trenes SNCF rechazaron una propuesta salarial del directorio y si bien el paro afectó los servicios de corta distancia, no ocurrió lo mismo con los de alta velocidad ni a los internacionales.
Los sindicatos, que paralizaron los transportes de Francia en 2020 con sus llamados a la huelga, ya expresaron su oposición a la reforma, así como la oposición de izquierda, quienes denuncian la manera en cómo Macron quiere sacarla adelante.