La candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, acusó su rival de Unión por la Patria, Sergio Massa, de estar «usando la plata de la gente para hacer campaña sucia» y denunció al ministro de Transporte, Diego Giuliano.
A través de sus redes sociales, la referente del PRO difundió una imagen de una cartelera electrónica en la estación de tren de Lisandro de la Torre en la que se observa una publicidad sobre cuánto costaría el boleto dependiendo de quién gane las próximas elecciones.
«Tarifa trenes Massa: $56,23. Tarifa trenes Milei: $1.100. Tarifa trenes Bullrich: $1.100», se puede leer en la pantalla del andén.
Y agrega: «Cuando te hablan de subsidio, ésa es la diferencia en tu precio».
Ante ello, la ex ministra de Seguridad lanzó: «Das vergüenza, Massa».
«Pasaron todos los límites. ¿De verdad están usando la plata de la gente para hacer este tipo de campaña sucia, ministro Massa?», agregó en su cuenta de X, antes conocida como Twitter.
Y concluyó: «Dan vergüenza ajena. Los argentinos nos merecemos algo mucho mejor que seguir soportando estas bajezas del kirchnerismo. El domingo vamos a terminar con esto».
A su turno, Massa, rechazó las críticas de su rival de Juntos por el Cambio y defendió la publicidad en el transporte público sobre el impacto que tendría el resultado electoral en el boleto.
«Esta campaña que hoy por ahí se tornó en polémica, pero que vienen haciendo hace varios días los gremios, le dice a la gente que si ganan Bullrich o (Javier) Milei el boleto va a costar 1.100 pesos en el caso de los trenes», sostuvo el ministro de Economía.
En diálogo con Nadie nos para, el programa que conduce Beto Casella en Rock and Pop, el líder del Frente Renovador se refirió a la baja adhesión que tuvo la propuesta para renunciar voluntariamente a los subsidios al transporte público.
«Lo que está planteando la gente es que esa propuesta de la oposición para quitar subsidios es inviable», remarcó y completó: «Una cosas es decir cosas en la tele y otra llevarlas a la práctica».
El tigrense que cerrará hoy su campaña electoral en la localidad de Pilar, en la fábrica Moderna, junto a trabajadores del sector, anticipó que en caso de llegar a la Presidencia, va a «renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sin condicionamientos».
La explicación a la inflación, la relación con el FMI y el Gobierno de unidad
El ministro de Economía explicó además el proceso inflacionario que vive la Argentina al sostener que el impacto económico de la sequía, que privó al país de 21 mil millones de dólares, obligó al Gobierno a elegir entre «entre mantener el nivel de empleo o impacto en inflación».
«Había que elegir entre el nivel de actividad o impacto en inflación y elegimos el mal menor», afirmó, y vaticinó: «El año que viene va a ser un muy buen en año en términos de reducción de inflación, gobierne quien gobierne».
En la misma línea, reveló que el desafío de su potencial administración al frente del país es aumentar las exportaciones para fortalecer las reservas, lo que -precisó- permitirá apreciar la moneada y bajar la inflación, aumentar el volumen de crédito y «rediscutir el programa con el FMI sobre la base de decir ‘te voy a pagar pero vos no me pones condiciones inflacionarias'».
«El Fondo pone condiciones que tiene que ver con su cobro y no con el desarrollo. Ayer con el swap chino anticipé que íbamos a prepagar los vencimientos y lo que le estoy diciendo al fondo con eso es que hasta después de la elección, no va a meter la nariz en el proceso electoral en la segunda vuelta», subrayó.
Massa habló también del estrés económico que generan los vencimientos de deuda en el mercado y prometió que se terminarán en el año 2024. «En abril nos juntamos con [Joe] Biden, planteamos el puente por la sequía, el FMI escribió en su documento que era el shock más dramático de la historia y hasta agosto no hizo el desembolso», cuestionó.
Por último, consultado por su vínculo con el espacio que lidera la vicepresidenta Cristina Kichner, el ministro planteó la necesidad de erradicar la idea de «hacer desaparecer al otro» y sostuvo que convocará a dirigentes por su talento y sus ideas y no «por un sticker en la frente».
«Nadie se puede sorprender si el 10 de diciembre en mi Gobierno, que va a ser de unidad nacional, hay peronistas que hoy están en otros espacios, si hay un industrial, un empresario, un dirigente social, o si hay radicales, socialistas o algunos dirigentes de tracción liberal porque vienen un tiempo en el que hay que convocar a los que tengan mejor aptitud y actitud y no es un problema de partidos», concluyó.