Por los próximos días, los senadores libertarios podrán disfrutar de la victoria parlamentaria obtenida con la Ley de Bases. La semana que viene casi que no habrá actividad por los feriados -solo hay dos días hábiles- por lo que tendrán un tiempo para festejar y empezar a asimilar lo que vendrá: una derrota.
“Ya tenemos el proyecto de ley de jubilaciones, lo vamos a tratar en las comisiones y por más que lo estiremos, va a llegar al recinto y vamos a perder”, explicó un senador libertario en una pausa del debate de la Ley Bases.
El oficialismo sabe que en la próxima sesión se encamina a una derrota. El proyecto obtuvo 160 votos favorables en Diputados, lo que mostró la unión entre el peronismo disidente de Hacemos Coalición Federal, el peronismo de Unión por la Patria y la Unión Cívica Radical, por lo que se prevé que en el Senado esa unión se repetirá.
Pero no solo lo sabe por los votos en Diputados, sino que tuvo la primera señal cuando tuvo que eliminar antes de que comience el debate de la Ley Bases todo el capítulo previsional que, aunque no decía nada de la movilidad como es el corazón del proyecto de la UCR, si planteaba cambios en el sistema.
El texto original proponía una Prestación de Retiro Proporcional y de esa manera reemplazar la moratoria previsional que se votó durante la administración de Alberto Fernández. No solo eliminaba la moratoria sino que también establecía que las personas que no reúnan los 30 años de aportes pasarían a cobrar una Prestación Proporcional, pero recién a partir de los 65 años. Es decir, buena parte de las mujeres que no reúnen los 30 años de aportes recién se iban a poder jubilar a los 65 años y con el 80% de la mínima.
El otro problema que enfrentan los libertarios hacia adelante es el modo de negociar. Los apoyos que sumó el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quedaron muy expuestos respecto de cómo fueron las negociaciones.
El caso más paradigmático es el de la senadora neuquina Lucila Crexell, quien tiene el ofrecimiento de la embajada Argentina ante la Unesco. Un cargo que significa una mudanza a París. Pero también sobrevuela los acuerdos con los senadores Edgardo Kueider y Camau Espínola. En el caso del primero, se menciona los directores de Salto Grande, algo que el Gobierno publicó un decreto mientras se discutía la ley en el Senado en donde le entregaba a la provincia de Entre Ríos -de donde es Kueider- el nombramiento de tres directores. Algo similar habría establecido para Yaciretá, en Corrientes, la provincia de Espínola.
“Ahora están todos expuestos frente a cualquier cambio. Hoy no es un escándalo, la sociedad lo disculpa porque el apoyo a Milei es amplio, pero en algún momento lo será”, reflexionó un senador K.
Pero además se coló la negociación de la Ley Bases en Diputados, donde nació el proyecto de movilidad jubilatoria. Los radicales hicieron cuentas y el costo fiscal de bajar Bienes Personal para el 5% más rico del país es mayor al de pagarle el 8% que dice el proyecto a los jubilados. “Le sacan a los que más tienen y castigan a los jubilados”, dijo un radical.
Esta cuenta ya la tiene Francos en su poder y puede ser lo que termine torciendo cualquier tipo de esfuerzo que pueda hacer el oficialismo no solo para intentar algo en el Senado, sino para que el presidente Javier Milei cumpla su promesa de vetar la iniciativa.