Territorios de cuatro provincias de Ucrania ocupados por el Ejército ruso celebraban este martes el último día de votaciones de referendos de incorporación a Rusia que se espera se sigan de su anexión y que han elevado la tensión entre el Kremlin y Occidente por amenazas rusas de usar armas nucleares.
La anexión formal, que podría proclamarse este viernes, amenaza con inaugurar una nueva y peligrosa fase tras siete meses de guerra, ante la advertencia rusa de que desde entonces estará defendiendo su propio territorio y que, por lo tanto, podría recurrir a armas atómicas para protegerlo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo este martes que los referendos de incorporación buscan proteger a los pobladores de las provincias orientales de Lugansk, Donetsk y sureñas de Zaporiyia y Jerson de ataques del Ejército ucraniano.
«El salvamento de las poblaciones de todos estos territorios en los cuales se celebran estos referendos se encuentran (…) en el centro de la atención de nuestra sociedad y todo el país», declaró Putin en una reunión gubernamental.
Su vocero afirmó horas antes que los referendos tendrán «consecuencias» radicales en estos territorios, sobre todo en el ámbito de la seguridad.
«La situación legal cambiará radicalmente desde el punto de vista del derecho internacional y eso tendrá también consecuencias sobre la seguridad en estos territorios», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial y del Kremlin, a periodistas en Moscú.