La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, anunció este mediodía que apoyará a Javier Milei de cara al balotaje, que definirá al próximo jefe de Estado de la Argentina.
En ese contexto, la dirigente contó que mantuvo una reunión privada con el diputado libertario ayer a la noche en donde hablaron de los agravios que intercambiaron durante la campaña política.
“Tuve un encuentro con Javier Milei, tuvimos una charla respecto a lo que habían sido estas declaraciones. Y en un ámbito privado nos perdonamos mutuamente. Hoy la Patria necesita que seamos capaces de perdonarnos. Está en juego algo muy importante para el futuro”, aseguró Bullrich en una conferencia de prensa que compartió con quien fuera su compañero de fórmula en las elecciones generales, Luis Petri.
La ex ministra de Seguridad se limitó a brindar detalles de la conversación que mantuvo con quien disputará la presidencia en noviembre contra Sergio Massa. “Fue en el ámbito privado en una charla entre los dos, está bien que la guardemos en nuestra intimidad, pero fue un perdón que me parece que vale”, dijo.
Milei había pronunciado duras críticas contra la referente del PRO en las últimas semanas. Una de estas ocurrió durante uno de los debates presidenciales, cuando el economista dijo que la ex candidata de JXC era una montonera que había puesto bombas en jardines de infantes, en alusión a su militancia juvenil en la agrupación peronista.
En consecuencia a las fuertes acusaciones hacia su persona, Bullrich había tomado la decisión de promover una denuncia penal contra del libertario. No obstante, en el marco del intercambio que ambos tuvieron tras las elecciones generales, la ex funcionaria dejó entrever que habían llegado a un arreglo.
“Es parte del acuerdo privado que hemos hecho, ya se conocerá en su momento”, respondió acerca del estado de la presentación judicial impulsada antes de los comicios del 22 de octubre.
A lo largo de la campaña, Javier Milei puso bajo la lupa en varias oportunidades el pasado de quien fue postulante de Juntos por el Cambio. Durante el primer debate presidencial realizado en Santiago del Estero, el economista le había espetado a su contrincante: “Vos hacés mucha pompa de que cambiaste, ¿acaso seguís siendo montonera tirabombas?”.
Luego fue más allá. Y en una entrevista concedida al periodista Esteban Trebuck en A24 justificó su expresión: “Ella ha puesto bombas en jardines de infantes, participaba de una organización terrorista, estuvo 9 meses presa en Devoto”, había señalado.
Horas después de sus polémicas declaraciones, Bullrich demandó en dos frentes al candidato por La Libertad Avanza: por un lado, lo querelló por los delitos de calumnias e injurias y por otro lo denunció por intimidación pública e incitación al odio.
“Javier Milei excedió el ámbito del ejercicio del derecho a la libertad de expresión, pues sus manifestaciones tuvieron por objeto no solamente obtener una ventaja electoral basada en mentiras, sino animar la generación de odio por razones políticas y destruir o alterar el ejercicio de mis derechos políticos y, a la vez, la igualdad de trato en la esfera de la discusión democrática”, afirmó en uno de los escritos.
De acuerdo a los mismos, el candidato libertario —a sabiendas de la falsedad de sus afirmaciones— vinculó a Patricia Bullrich en forma explícita a la comisión de delitos concretos graves y la caracterizó falsamente como “terrorista”. “Las afirmaciones de Javier Milei son falsas y las dijo sabiendo que eran falsas. Patricia Bullrich no participó en actos terroristas”, habían subrayado desde el espacio.
Para la candidata, las afirmaciones efectuadas en un medio de comunicación masivo, en el contexto de la campaña política, revestían una inusitada gravedad institucional. Sin embargo, la denuncia ahora podría ser reconsiderada.
“La Patria está en peligro. Hace 20 años nos hunden en la decadencia”, diagnosticó, y completó: «Con Milei tenemos diferencias, no las ocultamos, pero nos encontramos ante el dilema del cambio o continuación mafiosa y queremos terminar con la vergüenza del presente».
Asimismo, diferenció entre el apoyo electoral de un acuerdo programática con el libertario: “No hablamos de gobierno, no estamos en un pacto, lo que decimos es nuestra postura frente a la sociedad. No hay un diálogo de cogobierno. Es una decisión de política-estratégica”.
Por otro lado, resaltó: “Para que la Argentina salga adelante necesita un cambio de raíz, que asegure un capitalismo, y que se termine con la emisión monetaria para terminar con la inflación”.
«La mayoría de los argentinos eligió un cambio y no negociamos el cambio. No los vamos a abandonar, siempre los vamos a defender», subrayó.
La titular del PRO aclaró que su postura es «en nombre de la fórmula» y no del espacio, y planteó: «Luego daremos la discusiones que haya que dar”. “A Macri le cabe la misma responsabilidad que los miles de militantes de Juntos por el Cambio, la responsabilidad principal [de la derrota en las generales] la tenemos nosotros dos”, subrayó.
«Si gana el kirchnerismo, Juntos por el Cambio va a una disolución total. Con esta posición estamos permitiendo que Juntos por el Cambio no quede preso de una nueva transversalidad».
Consultada respecto a las diferencias planteadas por sus socios de espacio, la Unión Cívica Radical (UCR), Bullrich sostuvo que el radicalismo «tiene todo el derecho de tener libertad de acción, al igual que el PRO», aunque pidió «que no signifique una ruptura del diálogo interno sino que sea un fortalecimiento a futuro de Juntos por el Cambio”.
A su turno, Luis Petri aclaró: «La neutralidad es funcional al kirchnerismo. Hoy nos pronunciamos a favor de la candidatura de Javier Milei».
La postura adoptada por la exministra de Seguridad generó ruido interno en Juntos por el Cambio luego de que otras fuerzas que componen la coalición llamaran a no tomar partido por ninguno de los aspirantes presidenciales. Por la tarde y luego de la reunión de la cúpula de la Unión Cívica Radical, los gobernadores de la coalición opositora mantendrán un encuentro para definir postura conjunta.